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EL DERECHO A LA SALUD DE LA MUJER

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EL DERECHO A LA SALUD DE LA MUJER
4/6/2023
EL DERECHO A LA SALUD DE LA MUJER
By Susana E Medina
Posted: 2023-04-06T20:42:58Z

 Por Dra SUSANA MEDINA[1]

ABSTRACT

Las mujeres se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y desigualdad con relación a los hombres en lo que hace al acceso a la salud. Por lo cual, debe partirse de una especial mirada y atención que permitan implementar políticas de salud pública tendientes a posibilitar y garantizar el acceso a la salud de las mujeres a lo largo de toda su vida, como así también la educación sexual y reproductiva en niñas y adolescentes.


El Día Mundial de la Salud, que se celebra todos los años el 7 de abril, marca el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948. Los países del mundo se unieron y la fundaron para promover la salud, mantener el mundo seguro y servir a los vulnerables, para que todos, en todas partes, puedan alcanzar el más alto nivel de salud y bienestar.[2] Entre los vulnerables están las mujeres, lo que impone diagramar estrategias de protección de su salud, para lo cual el reconocimiento de la diferencia y la diversidad con relación a los hombres es el primer paso.


Las diferencias entre hombres y mujeres son biológicas, pero las de género son culturales. El género es “el entramado sociocultural que se teje sobre la diferencia sexual”[3]. Por lo que, la mirada sociocultural con perspectiva de género nos permite ver cómo cada sociedad asigna distintos derechos, funciones y posibilidades a los seres humanos según sean percibidos, en su nacimiento, como portando genitales masculinos o femeninos. La célebre declaración sobre el género que hizo Simone de Beauvoir en 1949 “Una no nace, sino que se convierte, en mujer”[4], enmarcó el campo de la posterior investigación académica feminista.  


Es que las mujeres se ven afectadas por muchas de las mismas condiciones de salud que los hombres, pero ellas las sufren de manera distinta por circunstancias especiales que se presentan en su vida -como ser los roles asignados por la sociedad- y que deben ser observadas si se quiere garantizar su derecho a disfrutar del más alto nivel de salud en situación de igualdad con aquellos. 


Encontramos normas tuitivas que así lo imponen. En el artículo 12 de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979), (CEDAW) se establece que los Estados Partes se comprometen a “adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera de la atención médica a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el acceso a servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación familiar”.


Esta norma es de gran importancia para la salud y el bienestar de la mujer. De conformidad con su texto, los Estados partes eliminarán la discriminación contra la mujer en lo que respecta a su acceso a los servicios de atención médica durante todo su ciclo vital, en particular en relación con la planificación de la familia, el embarazo, el parto y el período posterior al parto.

En la interpretación dada por el Comité al artículo, se contemplan medidas encaminadas a eliminar la discriminación a fin de que la mujer pueda ejercer su derecho al más alto nivel posible de salud, se remite asimismo a sus anteriores recomendaciones generales sobre la circuncisión femenina, el virus de inmunodeficiencia humana y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), las mujeres discapacitadas, la violencia y la igualdad en las relaciones familiares; todas ellas se refieren a cuestiones que representan condiciones indispensables para la plena aplicación del artículo 12 de la Convención[5].


Por otro lado, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en la Observación General N° 14, indicó que el derecho a la salud no incluye solamente la atención de la salud, sino que abarca los factores socioeconómicos que promueven las condiciones para llevar una vida sana, y hace ese derecho extensivo a los factores determinantes básicos de la salud, como la alimentación y la nutrición, la vivienda, el acceso a agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, condiciones de trabajo seguras y sanas, y un medio ambiente sano.


A su turno, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, en su Recomendación General No 24 sobre la Mujer y la Salud, ha insistido en que la atención médica para la mujer debe tener en cuenta los factores biológicos, socioeconómicos y psicosociales que son diferentes para la mujer y el hombre; así como otros problemas psicológicos, como los que causan trastornos del apetito, tales como la anorexia y bulimia. Y destacó que, la falta de respeto del carácter confidencial de la información afecta tanto al hombre como a la mujer, pero en el caso de ésta última adquiere particular relevancia y puede disuadir a la mujer de obtener asesoramiento y tratamiento y, por consiguiente, afectar negativamente su salud y bienestar.


En suma, se impone eliminar la discriminación contra la mujer para que pueda ejercer su derecho al más alto nivel posible de salud. Y -agrego-, para lograrlo resulta necesario incorporar la perspectiva de género que, en esta materia, es de gran importancia, porque las diferencias biológicas que hay entre hombres y mujeres nos obligan a observar las mismas a la hora de hacer efectivo su derecho a la salud, más precisamente del grupo de mujeres más vulnerables como son las que ejercen la prostitución, las mujeres con discapacidades físicas o mentales, las migrantes, las refugiadas y las que sufren violencia.


Es que, como lo advierte ONU Mujeres[6], la violencia contra las mujeres y niñas perjudica su salud, incluida su salud sexual, reproductiva y mental y, quienes sobreviven a ella, especialmente a la violencia sexual, tienen la necesidad de acceder a diversos servicios de salud sexual y reproductiva, cuidados tras la exposición y asesoramiento psicosocial, entre otros, por lo que todo Estado debe contar con servicios multisectoriales y coordinados para abordar las necesidades inmediatas y a largo plazo. Sobre todo, siendo que, las consecuencias de la violencia para la salud de las niñas pueden persistir durante generaciones.


Vinculado con ello, la OMS[7] afirma que las mujeres que han sido víctimas de abusos físicos o sexuales presentan tasas más elevadas de problemas de salud mental, embarazos no deseados y abortos inducidos y espontáneos. Las mujeres expuestas a la violencia en la pareja tienen el doble de probabilidades de sufrir depresión, cerca del doble de probabilidades de padecer trastornos asociados al consumo de alcohol y 1,5 veces más probabilidades de contraer el VIH u otra infección de transmisión sexual. El 42% de estas mujeres han experimentado traumatismos causados por esos abusos. Y que, en muchos conflictos, se utiliza también cada vez más la violencia sexual como táctica de guerra.


Por otro lado, deben tenerse especialmente en cuenta, los cambios biológicos a los que está expuesto el cuerpo de la mujer, desde la menstruación, los embarazos, la menopausia, y la vulnerabilidad que ésta tiene frente al hombre en la transmisión de enfermedades por contacto sexual, que en muchos casos para el transmitente es asintomático y sin consecuencias para su salud, pero en una mujer puede ser vital.


Con relación a ello, Sima Bahous, Secretaria general adjunta de las Naciones Unidas y directora ejecutiva de ONU Mujeres, en su declaración en conmemoración del Día Mundial del SIDA el pasado 1 de diciembre de 2022[8], mencionó, entre los diversos factores que contribuyen a la falta de progreso en la reducción de las infecciones por el VIH, a los continuos casos de violencia de género, las normas culturales que limitan la autonomía corporal de las mujeres y las niñas, la participación plena e igualitaria en sus economías y sociedades y el acceso a los servicios vitales (entre los que, entiendo, se incluyen los servicios de salud). Asimismo, expuso que, en todo el mundo, más de una de cada diez mujeres de entre 15 y 49 años sufrió violencia sexual o física por una pareja íntima el año anterior, lo que aumentó sus posibilidades de contraer el VIH en un 50 % (el subrayado me pertenece).


Otros factores asociados al tema y que repercuten negativamente en la salud de la mujer, son los derivados del trabajo doméstico que, en la mayoría de los casos, también se encuentran a su cargo. La mujer debe atender el trabajo profesional propiamente dicho, junto al doméstico y la educación escolar, con la sobre exigencia a la que aquello la enfrenta, que se traduce en una doble exposición a riesgos, que interactúan, desgastan y ponen a muchas mujeres en situaciones de estrés y merma de su salud. Y, como consecuencia, produce una falta de reposo de la mujer, que es uno de los factores que aumenta el riesgo de problemas de salud[9].



Asimismo, se advierte discriminación salarial: la brecha salarial de las mujeres que trabajan en la salud llega hasta un 24%. La cifra surge de un informe[10] conjunto presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde, además, se puntualizó que el 67% del personal en salud es mujer. Lo que se debe revertir por lo vitales que son el sector y sus trabajadoras para la supervivencia de las familias, las sociedades y las economías.


Otros datos de interés que reflejan esta situación de la mujer son los proporcionados por la Organización Mundial de la Salud en el año 2018[11]. Veamos: de acuerdo a aquella, si bien las mujeres son más longevas que los hombres (en 2016, la esperanza de vida mundial al nacer era de 74,2 años para las mujeres y de 69,8 años para los varones), la morbilidad es más elevada en las mujeres, que utilizan los servicios de salud más que los hombres, sobre todo los de salud reproductiva; Una de cada tres mujeres puede sufrir agresiones físicas y sexuales en algún momento de su vida; Las mujeres y las niñas de poblaciones desplazadas a la fuerza o que viven en zonas de conflicto se ven más afectadas por las perturbaciones de los sistemas de salud, las dificultades para acceder a la atención sanitaria, y las violaciones y demás formas de violencia en contextos bélicos; Cada día, cerca de 830 mujeres fallecen por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto; y que la mayoría de las personas infectadas por el VIH son también mujeres, especialmente las jóvenes de 15 a 24 años.


Estos datos y cifras -sumado a todo lo dicho- dan cuenta de que las mujeres se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad que los hombres, lo que impone diagramar estrategias para su protección y, en lo que aquí me interesa destacar, centrarse en el camino hacia el logro de la salud para todos, en sintonía con la OMS[12]

 

 


[1] Presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos. Directora Académica del Instituto de Formación y Perfeccionamiento Judicial “Dr. Juan Bautista Alberdi” del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos.

[2] Día Mundial de la Salud 2023 - Salud para Todos - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org)

[3] Susana Chiarotti, Aportes al derecho desde la teoría de género, Año 2016. Vol. 6. Universidad de Los Andes.

[4]  Dietz. “Debating Simone de Beauvoir”, en Signs, vol. 18, núm. 1, Autumn, 1992.

[5] En el mismo sentido, esto fue reafirmado en el año 1995, en la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing.

[6] https://www.unwomen.org/es/news/in-focus/end-violence-against-women/2014/health

[7] Salud de la mujer (who.int)

[8]https://www.unwomen.org/es/noticias/declaracion/2022/11/declaracion-para-avanzar-en-la-lucha-contra-el-vih-debemos-escuchar-respetar-y-responder-a-las-mujeres-jovenes-y-las-ninas

[9] “Salud y Seguridad en el Trabajo desde la perspectiva de género. Módulo para la formación de hombres y mujeres sindicalistas”. Publicación del Centro Internacional de Formación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Enero 2011. Disponible en: Salud y Seguridad en el Trabajo desde la perspectiva de género: Módulo para la formación de hombres y mujeres sindicalistas (ilo.org)

[10] Igualdad de género: Las mujeres del sector de la salud y de los cuidados ganan un 24 por ciento menos que los hombres (ilo.org)

[11] Salud de la mujer (who.int)

[12] Día Mundial de la Salud 2023 - Salud para Todos - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org)